martes, 17 de agosto de 2010

Síndrome de Williams y Autismo ¿cómo procesan el lenguaje?

Procesamiento del lenguaje del cerebro en 

el Síndrome de Williams y el Autismo
Faith Brynie

Ella es Faith Brynie, vive en Bigfork, Montana, autora de 25 libros sobre ciencia y salud. 
Escribe regularmente artículos para varios sitios web y revistas de divulgación científica. 
Tiene un doctorado de la Universidad de Colorado. A lo largo de su carrera, ha trabajado como científico de laboratorio, técnico médico, maestro y profesor universitario. 
Ella ha tenido varios cargos en la industria editorial desde corrector de estilo a director editorial. 

En Brain Sense,  cuenta la historia de Charlie Betz (no es su nombre real) con trece años de edad y síndrome de Williams. Él no tiene una veintena de genes del cromosoma # 7. 
Veinte genes perdidos puede parecer insignificante contra los los 25.000 que se necesita para hacer un ser humano, pero en Charlie hicieron una gran diferencia en lo que es, lo que ama, y lo que puede hacer.

Charlie no sabe leer ni escribir - probablemente no aprenderá nunca dicen los médicos - a pesar que  su vocabulario es amplio y habla con la claridad y expresión. Su coeficiente intelectual se ha medido apenas en 60, pero sus modales no muestran deterioro. Es encantador con la gente - burbujeante, sociable, totalmente confiado - tal vez hasta de manera indiscriminada - conoce a todo el mundo y recuerda la cara de todos.

"La discrepancia entre el coeficiente intelectual y la habilidad oral en individuos con el síndrome de Williams es asombrosa ", dice Ursula Bellugi, profesor y director de Laboratory of Cognitive Neuroscience at the Salk Institute, quien ha estado estudiando los aspectos conductuales del síndrome de Williams durante más de veinte años. "Los niños con síndrome de Williams tienen vocabularios elaborados y ricos  con un uso muy descriptivo, ese lenguaje tan expresivo es lo que hace su discurso tan atractivo", dice.

En términos de comportamiento social y las habilidades del lenguaje, el síndrome de Williams es opuesto al autismo

Las personas con autismo son retraídos socialmente y aisladas. Muchos luchan para aprender y utilizar el lenguaje con eficacia. Los neurocientíficos están estudiando los cerebros de individuos con estas alteraciones en la esperanza de comprender no sólo los síndromes, sino también la estructura y el desarrollo del cerebro normal.

En un nuevo estudio, investigadores del Instituto Salk han medido y comparado la actividad cerebral en personas con ambos trastornos (en comparación con grupos de individuos sanos). No es sorprendente que los científicos hayan encontrado grandes diferencias. "Hemos encontrado que la manera en que el cerebro procesa el lenguaje refleja los fenotipos contrastantes sociales del síndrome de Williams y los trastornos del espectro autista", dice Inna Fishman, neuropsicólogo del Instituto Salk. Fishman y su equipo llegaron a esta conclusión después de estudiar el distinto patrón de la actividad eléctrica en el cerebro llamado N400. 
N400 estudia la respuesta del cerebro a las palabras y otros estímulos significativos; la normalidad N400 es alcanzar un máximo de  alrededor de 400 milisegundos después del estímulo.

Cuando se les presentó una frase típica que termina con un final extraño (por ejemplo, "me tomo mi café con el azúcar y los zapatos"), los individuos con síndrome de Williams mostraban una respuesta N400 anormalmente grande, lo cual indica que son especialmente sensibles y que están en sintonía con los aspectos semánticos del lenguaje. 

En contraste, los individuos con trastornos del espectro autista muestran un efecto N400 mucho menor que lo normal. Esto indica que las personas con autismo pueden ser menos hábiles para conseguir el significado de una palabra desde su contexto.

"Nuestros resultados sugieren que las destrezas lingüísticas o sus correlaciones, van mano a mano con el nivel de sociabilidad", dice Fishman. De hecho, Fishman y sus colegas contaban con datos preliminares que sugerían una asociación entre la sociabilidad y la magnitud de la respuesta N400 entre los individuos con síndrome de Williams. 

El equipo del Instituto Salk también está trabajando para correlacionar patrones de ondas cerebrales con el mapa genético del síndrome de Williams. Quieren saber cómo los genes específicos pueden producir las características sociales de comportamiento y lenguaje del síndrome.

Publicación original: psychologytoday.com
Traducido por: Vero Araujo
Para obtener más información visite:
Click aquí para ampliar la información sobre los picos N400
Fotos cortesía del Instituto Salk. En su publicación en Ingles.

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