El síndrome de Williams, tiene la
poca fortuna de ser desconocido por gran parte del colectivo profesional de
salud, sean médicos, psicólogos o terapeutas. De ahí que muchos casos son
subdiagnosticados e incluso ignorados durante muchos años, sin embargo no hay
imposibles para una madre, cuando se trata de sacar adelante a sus hijos. Y hoy
les compartimos una historia llena de amor y de lucha.
Hace poco menos de 30 años en algún
lugar de México, estaba naciendo una pequeña niña, sus padres la esperaban con ilusión,
Laura como la llamarían llenaría de más amor y alegría su recién formada
familia.
Sin embargo, los días pasaban y la crianza de Laura estaba siendo difícil,
se mostraba a ratos risueña y otros más irritable más allá de la comprensión,
costaba trabajo alimentarla y su desarrollo parecía estar retrasado con
respecto a otros pequeñitos de la misma edad. Sus
padres: Josefina Dávila Alvarez y Miguel Angel Covarrubias Terán se preguntaban
que estaría ocurriendo. Nadie podría haber preparado a los recientes padres para lo que a continuación tendrían que enfrentar.
A Laura le diagnosticaron en el Instituto Nacional de Cardiología en México, después de una exhaustiva revisión: Síndrome de Williams Beuren...
-¿Qué? ¿Cómo dijo? -Síndrome de Williams-Beuren...? Desde ese
instante la vida de madre e hija estaba por dar un giro inesperado, pues con sus
apenas 18 meses de vida, Laura y Josefina serían abandonadas por Miguel, quien
prefirió no hacer frente a ese “problema” y decidió huir. Pero ésta historia no
es acerca de la cobardía de Miguel, como la de muchos otros hombres,
desgraciadamente es más común de lo que se cree, está historia al contrario es
como les dije sobre valor, coraje y amor.
Josefina, aunque no sabía de que se
trataba lo que le habían diagnosticado a Laura, valientemente decidió no quedarse de brazos
cruzados, después de vivir sus duelos, se recuperó magníficamente y agradeció tener
vida, salud, amor y una carrera profesional que le permitiría sacar adelante a
su hija, y entonces con el apoyo de sus padres (benditos sean) decidió hacer
frente de la mejor manera: ayudaría a su hija y a todos los que como ella
tuvieran el mismo síndrome tan aún más desconocido en aquellos años. Como saben
el Síndrome de Williams fue recién descubierto en los años de 1961-62, pero allá en el otro lado del mundo entonces, no había internet, nada era tan
expedito como lo es ahora que con un click en milisegundos ya estamos
informados sin importar la región del mundo en que se encuentre la noticia.
Así que la tarea que Josefina tenía
era titánica, había que recolectar información inexistente en el país y como lo
haría? Pues viajó al único proveedor posible, y venciendo las barreras del
idioma, en Estados Unidos ella encontró lo que tanto buscaba, recopiló lo más
que pudo y una vez en casa, traducía, mecanografiaba, fotocopiaba y repartía
las copias en escuelas, hospitales, clínicas, consultorios, donde más pudiera,
para informar a todo aquel que se cruzara en su camino y así, su trabajo dio
frutos, de a poco, fueron llegando las llamadas telefónicas de padres y madres
a quienes les daban el mismo diagnóstico de sus hijo(a)s.
Atenta y pacientemente escuchaba a
todas aquellas familias que un día acudimos a su encuentro, sin importar si
había estado en una jornada pesada de trabajo o tenía ganas de recostarse para
descansar junto a Laura, siempre tuvo la atención para todos.
Por supuesto ello la llevó involuntariamente a ser pionera en el tema en México, gracias a sus esfuerzos en colaboración
con una clínica de atención privada se organizó el 3 de Diciembre de 1994 lo
que sería la Primera Conferencia ¿Qué es el Síndrome de Williams? en un intento
por dar a conocer de que se trata el síndrome y sus características.
Un gran logro que seguramente tuvo
un gran alcance en la vida de aquellos que asistieron, muchas familias hoy
agradecen el contacto y la calidez de Josefina para explicarles, aclarar dudas,
etc. Yo personalmente me vi beneficiada con sus atenciones, jamás me olvidaré
de ese encuentro, ellas fueron la primera familia que conocí con otro ser
singular como el mío y aun lo sigo agradeciendo porque su cercanía me permiten
seguir llevando a cabo la misión que un día Josefina comenzó con tanto cariño
en México.
Josefina, se une a nuestro esfuerzo y se vuelve co-autor de varias de las
publicaciones que a partir de hoy estaremos haciendo.
Laura ya está por cumplir 30 años, vive feliz, con su mamá, cuidando una de la otra, llenándose de apapachos se acompañan y se
entienden, son cómplices.
El amor que Josefina le profesa a su hija con la colaboración de sus padres ha sido más que suficiente para dar a Laura una vida tranquila, llena de cuidados y satisfacciones.
El amor que Josefina le profesa a su hija con la colaboración de sus padres ha sido más que suficiente para dar a Laura una vida tranquila, llena de cuidados y satisfacciones.
Siguen todavía recibiendo visitas de la gran familia
con Síndrome de Williams, aunque cada vez las buscan menos, pues hoy quien quiere saber,
basta ir frente al computador y antes que el dedo índice presione "enter", ya
tenemos más de 2,000,000 resultados; casi imposible leer todos! Información hay
mucha, suficiente a pesar de ser tanta… quien sabe!.
Pero nada reemplazará nunca a la sensación de tener un encuentro con otra familia que, como nosotros vive situaciones desconocidas cada día tratando de sortear de la mejor manera aún en la ignorancia de su solución.
Josefina, es un ejemplo de
constancia y dedicación, el arrojo y coraje con que decidió caminar con
Laura por la vida sin el apoyo de aquel que en algún momento juró velar por
ellas en las buenas y en las malas. Josefina acomodo las piedras que en el camino le
pusieron como una escalera a la salida, a un mundo mejor, el camino siempre lo tuvo claro porque siempre estuvo en pie de
guerra, porque se propuso como filosofía de vida no dejarse vencer… avanzar.
Madres que nos leen… no se rindan, está difícil pero si no actúan ahora… se va
a poner peor!! Háganlo por ustedes! Aquí vemos que sí se puede, habrá que pedir
ayuda, pero se puede!
Por su gran corazón, su ayuda
desinteresada y por el gran ejemplo de superación y arrojo que nos da a todas
las familias con una persona con Síndrome de Williams, Josefina es hoy un
Personaje Distinguido para Síndrome de Williams México, y es un placer contar
con su coautoría a través de sus traducciones.
Y aunque es simple y corta, es la mejor palabra:
"Gracias" Josefina Dávila
Pd. Si quieres agradecer que a
partir de hoy haya más publicaciones puntuales en éste espacio por su
colaboración, no olvides de dejar tu comentario aquí mismo… al final de ésta
entrada, para que ella pueda leerlo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por leer! ¿Qué te ha parecido? Tu comentario, es muy valioso!